*Incitación a recordar la muerte, bisturí para el corazón

por
Kyabje Pabongkapa Dechen Ñingpo

Esta enseñanza de Kyabje Pabongka Rinpoché hay que situarla en su contexto, que es el Lam Rim, el camino gradual a la iluminación. Dentro de éste, recordar la transitoriedad bajo la forma de la muerte es la primera gran enseñanza que todos compartimos con las personas de menor aspiración. Todas las enseñanzas del Lam Rim tienen como objeto nuestras vidas futuras, y ésta, en particular, nos muestra cómo estamos distraídos con los asuntos de esta corta vida que en cualquier momento puede terminarse, y vívidamente nos hace recordar la muerte, con el propósito de reorientar nuestras acciones hacia el Darma.

¡Ay, qué desgraciado soy! Oh Lama querido,
Mira cómo me estoy comportando.
Ve cómo me estado engañando a mí mismo
Toda la vida, empleándome tan solo
En actividades sin sentido.
¡Infortunado de mí! ¡por favor,
Mírame con compasión!
*
Penetra en el centro de mi corazón
Con ése tu bisturí, y deposita allí tu íntimo consejo.
Escarba y busca allí donde está la gota de la vida.
¡Oh Corazón, ésta es tu situación!
Presta atención sin distraerte.
*
Desde los bordes ilimitados del tiempo sin principio
Has estado girando en la rueda del samsara
Con el solo propósito de nacer una y otra vez
En vidas incontables, donde experimentaste
Todo tipo de engañosas felicidades, y dolores
Verdaderos. ¿Y para qué? Para naderías pasajeras,
Para lo que carece de todo beneficio.
*
Aunque has logrado esta vida de libertad y oportunidades,
Tan difícil de encontrar, convengamos que, hasta ahora,
La has malgastado frívolamente, llevando una existencia
Repleta de acciones sin sentido. Si realmente deseas
Hacer algo por tu propio bien, llegó la hora de empezar
A practicar la virtud –esencia de toda aspiración duradera–
Empezando desde este mismo instante.
*
¿Qué es toda esta necedad, esta excitación, este
Exceso de viveza? Por cierto, estas apariencias
Sólo muestran a un niño aferrándose a juguetes.
Pero ¡ten cuidado! de pronto llegará la hora,
Y no podrás escapar, en que todo esto se tornará
En desesperación profunda, cuando seas devastado
Por el espantoso Señor de la Muerte.
*
Distraído por alguna cosa de esta vida,
Siempre a medio hacer, pensarás: “¿Morir, yo?
Eso no me preocupa, que se preocupen otros”.
Pero llegará el día en que de golpe caiga sobre ti
El aterrador Señor de la Muerte, y te diga:
“ya es hora de que te mueras”.
*
Cuando estés muy ocupado haciendo planes,
Y pensando, “mañana tengo que hacer esto y lo otro”
De golpe será el momento de morirte.
*
Cuando estés entretenido trabajando, comiendo
O bebiendo algo, de golpe tendrás que abandonar
Todo eso, contra tu voluntad, y tendrás que morir.
*
En ese momento, cuando tus días se hayan agotado
Y tu hora final sea inminente, caerás en tu lecho
De muerte como un viejo árbol carcomido,
Y retorciéndote de dolor darás manotazos de ciego
Aferrándote desesperadamente a la ropa
De tus pobres amigos queridos.
Sí, esa hora llegará, eso tenlo por seguro.
*
Aunque tu cuerpo externo estará envuelto
En esas ropas finales que te estás poniendo
Sólo por el día de hoy, sin pensar siquiera en ello,
Por dentro, tu cuerpo poco a poco se irá
Poniendo rígido, duro como una piedra,
Hasta que sea por fin considerado cadáver.
*
Entonces, aunque repetidamente trates
De pronunciar tus últimas palabras –tu voluntad
Y testamento últimos– balbuceadas difícilmente,
Con gran incomodidad, como tu lengua estará seca
E hinchada, nada de lo que digas te entenderán,
Y tratarás de expresarte en una pantomima
De gestos débiles y sacudiendo tu cabeza.
*
Aunque pongan en tu boca píldoras sagradas
Como última comida, tratando de que las tragues
Con sorbos de agua, como tu debilidad te impide
Siquiera tragar, llegará la hora en que esas reliquias
Aparezcan flotando en la boca de un cadáver.
*
Aunque tus amigos queridos, tus parientes cercanos
Y tus amados ayudantes se agolpen a tu alrededor,
Llenos de pena y atormentados por el estado en que te ves,
Llorarán y se lamentarán ante este último encuentro,
Pero llegará la hora de la separación definitiva.
*
Aunque tu mente se perturbe horriblemente
Ante lo que parecen olas gigantescas, aterradoras,
Y tu cuerpo naufrague en la ansiedad de la agonía,
Nada podrás hacer en ese estado de total infortunio
Porque ahora es cuando se ponen en el horizonte
Todas las apariencias de esta vida.
*
Es muy importante, en esta hora, una mente virtuosa,
Y lo mejor es recordar todo el bien que hayas hecho.
Pero aunque tu Lama compasivo y tus íntimos amigos
Con gran amor llenen tus oídos con imágenes de virtud,
Tratando de guiarte, llegará el momento en que también
Estos actos sólo exhacerben tu desesperación mortal.
*
Cuando el estertor de la muerte crezca
En tu garganta, y tu respiración se haga más
Y más difícil, de golpe, como se rompe la cuerda
De un laúd, tu respiración se detendrá, como
Una nota final, señalando que ha llegado
El último instante de tu vida.
*
Llegará la hora en que este cuerpo tuyo,
Tan atractivo y valioso en otro tiempo,
Y por ti tan querido, sólo será carne putrefacta,
Una pila inútil de huesos, nauseabunda,
Asquerosa de contemplar, y se llamará
“cadáver”.
*
Llegará la hora en que este precioso cuerpo tuyo
Que no podía tolerar la menor incomodidad
De tu cama, no sea más que un cadáver desnudo
Abandonado sin protección al frío de la tierra.
*
Llegará la hora en que este querido cuerpo tuyo
Que no podía tolerar ni la punzada de una espina
Será cortado sin piedad, en mil pedazos.
*
Llegará la hora en que este querido cuerpo tuyo
Que no podía tolerar la picadura de pulgas o de piojos
Se convierta en comida de perros y de pájaros
Que devorarán su carne hasta dejar los huesos.
*
Llegará la hora en que tu cuerpo, vestido
Con tus mejores ropas,
Será llamado “es sólo un cadáver”
Y lo depositarán en el crematorio para quermarlo.
*
Llegará la hora en que este cuerpo tuyo tan querido
Que podía apenas soportar una pequeña quemadura
De un palito de incienso, se va a convertir
En brasas, en medio de una gran hoguera.
*
Llegará la hora en que este cuerpo tuyo tan querido
Será arrojado a una hoguera ardiente
Donde la carne y los huesos serán consumidos
Dejando tan solo un montón de cenizas.
*
Llegará la hora en que este cuerpo tuyo tan querido
Que apenas toleraba el peso de tus ropas
Sea enterrado bajo una tonelada de tierra.
*
Llegará la hora, sin duda alguna,
En que, al escuchar tu nombre, digan:
“Ay, nuestro amigo querido que acaba de morir”.
*
Llegará la hora en que, rodeado enteramente
Por tu familia querida, tus amigos y ayudantes
Muy amados, tu habitación se llene con sus llantos.
*
Ya llegará el día en que tu sombrero, tu ropa,
Tus pertenencias y tus riquezas sean divididas
Y distribuidas en toda dirección , y nada quedará,
Nada, ni siquiera una aguja.
*
Ya llegará la hora en que seas presa de pánico,
Aterrado por lo que te está cayendo encima,
Cuando los cuatro enemigos espantosos
Consigan revertir el poder de tus cuatro elementos.
*
¿Qué harás entonces, cuando tengas la impresión
De que te aplasta una montaña enorme?
¿Qué harás cuando sientas que te arrastra un torrente,
Una corriente poderosa llena de espuma,
Y te lleva hacia el centro de un océano inmenso?
*
¿Qué harás entonces, cuando tu corazón y tus oídos
Revienten casi con el latido que les produce
El rugido atroz de un holocausto de fuego?
*
¿Qué harás entonces, cuando contemples
La aparición de los negros vientos tumultuosos
Como del siglo final, y sientas que te arrastran?
*
¿Qué harás entonces, cuando te arrastren
Los vientos rojos del karma, aterradores,
Y caigas desmayado en la atroz y negra oscuridad?
*
¿Qué harás entonces, cuando, encadenado,
Te lleven, temblando de desesperación,
Los mensajeros del Señor de la Muerte?
*
¿Qué harás entonces, cuando las manchas
De tus malas acciones y Dharmaraja, que reina
En el infierno, conspiren para otorgarte
Todo tipo de torturas como recompensa?
*
¿Qué harás entonces, cuando te lleven ante Él,
El Rey de los Asesinos, el Señor de la Muerte,
Para que juzgue tus acciones virtuosas y no virtuosas?
*
¿Qué harás entonces, cuando el Asesino vea
Tu duplicidad, y te haga pagar lo que mereces
Por todo el engaño, el deseo y el odio
Que has cultivado durante tu vida humana?
*
¿Qué harás entonces, cuando te entreguen
Al tribunal aterrador del Asesino, para
Recibir el castigo por las malas acciones
Cometidas por ti, que maduren entonces?
*
¿Qué harás entonces, cuando tu cuerpo desnudo
Sea estirado sobre el suelo de hierro ardiente
En medio de las hogueras del infierno?
*
¿Qué harás entonces cuando sientas
Que las armas de los íncubos del infierno
Te cortan en mil pedazos, y no puedas morir?
*
¿Qué harás entonces, siempre sin la esperanza
De poder morir, cuando pases por la experiencia
De sentir que te hierven vivo en plomo derretido
Y que tu carne es separada de tus huesos?
*
¿Qué harás entonces, cuando tu cuerpo,
Inflamado enteramente en ese horno terrible
No se pueda distinguir de las llamas de fuego
Y sin embargo, aún así, no te puedas morir?
*
¿Qué harás entonces, cuando perdido
En un desierto helado, te enfrentes a un viento
Tan frío que tu piel se llenará de ampollas?
*
¿Qué harás entonces, dime, cuando hayas caído
En ese horrible lugar, en ese mal renacimiento
Como espíritu hambriento y sediento,
Donde tendrás que vivir por muchos, muchos años?
*
¿Qué harás entonces, dime, cuando nazcas
Como un animal de infortunio lastimoso,
Sin saber hablar, sin inteligencia, y tengas
Que soportar que otros animales te devoren?
*
¿Qué harás entonces, dime, cuando caigas
En uno de esos bajos reinos, horrorosos,
Donde te obligarán a sufrir directamente
Todo tipo de dolores insoportables?
*
Y ahora ¡basta ya! ¡Ponte a pensar!
¡Ya no pospongas más las cosas, no te distraigas!
Ahora es el momento de generar estas ideas
En el centro mismo de tu corazón, para
Que su experiencia te penetre hasta los huesos.
No sólo es el momento ahora, sino que hasta podría
Ser demasiado tarde… así que rápido, rápido,
Despierta ya y toma conciencia de estas cosas.
*
Ésta es la instrucción derramada por los labios
De mi Padre, mi Lama, la noble práctica completa
Tanto del Sutra como del Tantra, quintaesencia
De la enseñanza del Victorioso Losang Drakpa
*
¡Impregna tu mente inmaculada con esta experiencia,
Con este conocimiento! Ésta es la esencia, el corazón,
De todas tus aspiraciones supremas, que cumple
Con los objetivos tuyos y de los demás.
Ésta es la práctica que has de llevar a cabo
Cada día, tanto como te permita tu capacidad.
*
¡Que pueda yo practicar con diligencia
Y dirigir todos los actos de mis tres puertas
En esta única dirección!
*
Veamos, entonces, ¿qué llegará primero?
¿Mi muerte? ¿O la obtención de los logros
De esta práctica mía?
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©Rosario Abraham-Montenegro, traductora